ILUMINACION
Dentro de las condiciones ambientales de los lugares de
trabajo, comenzamos un tema bastante estudiado en el master
prevención: la iluminación de un puesto de trabajo.
La mayor parte de la información, aproximadamente un 80%,
se recibe a través de la vista. Ello convierte a la visión en uno de los
sentidos más importantes, y sin luz no podemos ver. También es cierto que,
gracias a la capacidad de la vista de adaptarse a condiciones de iluminación
deficientes, y, por tanto, al “ser capaces de ver”, en numerosas ocasiones no
se cuida lo suficiente este tema.
Tradicionalmente se ha dicho que la luz y el sentido de
la visión son dos caras de la misma moneda. Sin una, la otra no tiene sentido.
Sin luz, los ojos no podrían percibir las formas, los colores de los objetos y,
en definitiva, el mundo que nos rodea. Sin una visión que interpretara la luz,
ésta no serviría de nada.
El estudio del fenómeno de la visión abarca el estudio
del medio emisor, así tendremos la diferentes fuentes de luz, la luz natural y
artificial, que excita a nuestros ojos permitiéndonos la visión, el medio y su
influencia, la naturaleza de la luz, el color, las características de la tarea
a realizar y el receptor: la fisiología y el funcionamiento del ojo y los
factores que influyen en la visión.
Una vez conocida la importancia del sentido de la visión,
así como su inseparable condición junto con la iluminación, debemos
preguntarnos cuáles son los riesgos a los que se encuentran expuestos los
trabajadores por una mala o deficiente iluminación, así como las repercusiones
sobre la visión del individuo.
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